Nutrición – Psicología

NUTRICION Y CIRUGIA BARIÁTRICA

La obesidad según datos de la OMS ha aumentado en forma alarmante en el mundo.

En la búsqueda de soluciones para esta epidemia surge la cirugía bariátrica y metabólica siendo el mismo un método de tratamiento y no de cura milagrosa y definitiva. Al ser un tratamiento después de la cirugía debemos seguir un método de cuidado nutricional y un lineamiento que fue presentado y adoptado previo al momento de la misma.

Para que se den los resultados a largo plazo planteados por el equipo de tratamiento el paciente debe someterse y seguir con un programa de actividad física, modular un tratamiento nutricional para bajar de peso llevando hábitos de alimentación saludables y recibir soporte psicológico tendiente a reforzar los cambios de actitudes saludables adquiridos.

Sin duda la cirugía de la obesidad es una herramienta excelente para ayudarlo a perder peso logrando así llevar una vida psico social vital armónica y evitando enfermedades futuras.

El plan de alimentación consta de diversas etapas pre y post operatorias dependiendo de la técnica que se lleve a cabo en cada paciente y las mismas serán formuladas por la nutricionista del equipo.

Al inicio el paciente debe llevar a cabo un plan alimentario reducido en calorías necesario para promover un descenso de peso de aproximadamente el 10% de peso inicial para facilitar la cirugía y la aplicación de la técnica adecuada además para comenzar a realizar los cambios de hábitos que llevaron al paciente a acumular peso.

Esos cambios de hábitos no solo están relacionados a lo que cada paciente come sino también como come esos alimentos (tiempo de duración de cada comida, masticación, tamaño de porciones).

Aquel paciente que no esté dispuesto a modificar las malas costumbres alimentarios no debe operarse ya que la cirugía no aporta soluciones mágicas a su problema de salud. El paciente debe establecer un compromiso en el seguimiento post cirugía para así poder garantizar un buen estado nutricional del mismo.

La etapa pre operatoria abarca 15 días de dieta líquida más la suplementación proteica necesaria indicada por la nutricionista a fin de evitar carencias nutricionales.

La etapa pre operatoria abarca 15 días de dieta líquida más la suplementación proteica necesaria indicada por la nutricionista a fin de evitar carencias nutricionales.

 

 

 

 

FASE DIETA LIQUIDA
Dieta líquida mas suplementos 15 días aproximadamente sin trozos de alimentos ni residuos con el objetivo de tener una buena cicatrización y adaptación del nuevo tamaño del estomago.

 

FASE DIETA PURÉ
Durará aproximadamente otros 15/ 20 días en la que los alimentos se presentan cocidos y subdivididos o hechos puré mas la suplementacion correspondiente respetando siempre los volúmenes que consume, el fraccionamiento de la alimentación ( número de pequeños comidas diarias que realiza).

FASE DIETA BLANDA PICADA
Siempre hipocalórica pero ya permitiendo un mayor grado de masticación de los alimentos para así poder evolucionar hacia una alimentación balanceada completa que aporte todos los grupos de alimentos.

En cuanto a las etapas de la dieta post quirúrgica en el by pass gástricos consta también de tres etapas aproximadamente siendo la primera etapa de la dieta líquida mas suplementos un poco más prolongada (30 días aproximadamente).

Pasando una 2 etapa dieta puré, una 3 fase dieta picada y una 4 etapa de dieta saludable. En este tipo de cirugías se modifica la suplementacion.

Es importante respetar estrictamente las etapas a modo de evitar que se estire el estomago operado y que se conserve el normal funcionamiento del estomago que se ha creado.

ÁREA SALUD MENTAL

La obesidad es la primera enfermedad crónica no transmisible (ECNT) que ha sido considerada como una pandemia y posee una alta morbilidad y afectación psicosocial. Se considera que la etiología de la obesidad es multifactorial y su tratamiento debe ser multidisciplinario, incluyendo elementos educativos, nutricionales, de asistencia médica y de abordaje de los aspectos psicológicos y conductuales.

El tratamiento de la obesidad es dificultoso, tanto por la falta de compromiso en el corto plazo como por la elevada tasa de recaídas a largo plazo. Actualmente se considera a la Cirugía Bariátrica como el tratamiento de primera elección para las personas que presentan una obesidad clínica severa.

Quien decide someterse a una cirugía bariátrica ha pasado a lo largo de su vida por múltiples dietas que han fracasado, incrementando el malestar psíquico del dietante frustrado. Depresión, aislamiento social, problemas de autoestima, culpa, fallas en la percepción de la imagen corporal, son algunas de las contrariedades a nivel psicológico que traen aparejadas la obesidad y los reiterados esfuerzos truncos para bajar y mantenerse en un peso saludable.

Cuando una persona decide realizarse una cirugía baríatrica se enfrenta a una serie de puntos significativos que es importante abordar psicológica y psicoterapéuticamente:

  • Psicoprofilaxis quirúrgica: Transcurrir por una operación puede ser generador de ansiedades y temores, a veces poco realistas, que podrían hacer desistir del procedimiento quirúrgico, o causar un malestar psíquico que se reflejara en la cotidianeidad de la persona al momento pre o post-cirugía. A través de la psicoprofilaxis quirúrgica se busca ayudar al individuo a llegar a la operación con niveles tolerables de ansiedad.
  • La cirugía bariátrica como una herramienta: Esta intervención quirúrgica colabora en la producción de beneficiosos cambios en la vida del paciente. Sin embargo, es necesario remarcar que la cirugía en sí misma no es el tratamiento de la obesidad severa, sino que forma el centro de un abordaje terapéutico múltiple, que tiene como pilares la nutrición, el ejercicio físico, el acompañamiento psicológico y particularmente la motivación y compromiso de la persona.
  • Autoestima e imagen corporal: Tanto el excesivo sobrepeso, así como la posibilidad de aparición de colgajos luego del descenso, pueden afectar la autoestima de la persona. En algunos casos, obstaculizando el llevar una vida gratificante a nivel pareja, social, laboral, entre otros. Asimismo la percepción de la imagen corporal suele estar distorsionada en personas obesas, quienes suelen seguir aumentado de peso sin poder dar cuenta de la modificación de su propio cuerpo. Por lo todo expuesto, es necesario trabajar estos aspectos desde antes de la operación, para que la pérdida de kilos no repercuta negativamente en la autoestima sino que la nueva imagen sea introyectada a nivel psíquico correctamente, dando lugar a una imagen corporal realista y favorecedora del autoestima.
  • Cambio de hábitos: Entendemos que el cambio de hábitos hacia un modo de vida saludable es fundamental para sostener el descenso de peso y luego mantenerse. Por este motivo desde esta área se busca funcionar como guías y facilitadores, ayudando a la persona a incorporar nuevas conductas y reaprender patrones alimentarios. Esto realizado siempre mediante el reforzamiento del compromiso, la motivación, el acompañamiento y las potencialidades de cada persona. La prioridad de la salud como hábito, mejora la calidad de vida de manera integral.